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Abedul \(Betula verrucosa\)Se trata de un árbol conocido desde culturas arcaicas, si bien hasta entrado el siglo XII no se ...
Enciclopedia de Plantas Medicinales
Fichas de Plantas Medicinales
La savia tiene acción diurética y antirreumáti-
ca, por lo que se utiliza en procesos de gota y
reumatismo.
Tiene propiedades balsámicas, expectorantes
y antisépticas de las vías respiratorias y urina-
rias.
Abedul (Betula verrucosa)
Se trata de un árbol conocido desde culturas
arcaicas, si bien hasta entrado el siglo XII no
se le atribuyeron propiedades curativas pues
con anterioridad solo se aprovechaba su ma-
dera.
.- Infusión de las hojas. Se añaden 35 gramos
de hojas a un litro de agua, dejándolas en
contacto con el agua hervida y fuera del fuego
durante diez minutos; al alcanzar los 40ºC se
añade un gramo de bicarbonato sódico, au-
mentando así su efectividad.
En uso externo es rubefaciente, es decir, que
aplicado sobre la piel la enrojece e inflama,
aprovechándose esta virtud para aplicar sobre
ella otros medicamentos que penetren mejor
en la piel.
Hay que recordar que, al tratarse de una
esencia, se deben guardar las debidas pre-
cauciones por la posible aparición de irritacio-
nes y alergias.
Puede llegar a alcanzar los treinta metros de
altura; la corteza tiene un tono blanquecino-
plateado.
Se pueden tomar un total de tres tazas al día.
Antiséptico. Diurético. Astringente
Podemos encontrar ejemplares de este árbol
en casi todo el norte de España así como en
algunas zonas altas -por encima de los 1000
metros respecto al nivel del mar- de la mitad
sur de la Península.
Abeto (Abies alba)
.- Infusión. A partir de las yemas o de las ho-
jas.
El abeto es un árbol de gran porte que puede
llegar a alcanzar los 60 metros de altura; de
tronco recto y corteza relativamente lisa, gri-
sácea, con la copa piramidal, se mantiene
verde todo el año.
.- Tintura. De 10 a 20 gotas de la tintura, tres
veces al día.
En Portugal, curiosamente, se cultiva a una
altura más baja.
.- Extractos. Se pueden encontrar tanto el ex-
tracto seco como el fluido, y ambos tienen
idéntico uso.
Las ramas jóvenes tienden a encontrarse caí-
das, penduleantes, con un extremo que pre-
senta unas verrugosidades que las hacen ás-
peras al tacto y a las que debe el nombre lati-
no de "Betula verrucosa".
Las ramas las tiene ordenadas por pisos, ex-
tendidas.
Además se puede usar de forma externa en
baños, inhalaciones, linimentos, ungüentos o
emplastos.
El abeto tiene flores machos y hembras, pero
sobre el mismo pie.
Dentro del mismo árbol encontramos flores
masculinas y flores femeninas, separadas y
bien diferenciadas; son de un color verde
amarillento y curiosamente la floración se pro-
duce antes de salir las hojas, en los meses de
abril y mayo, pudiéndose observar unos
amentos masculinos que, tras cumplir la mi-
sión polinizadora, caen al suelo; los femeni-
nos, por su parte, se conservan para formar
los frutos.
Forma piñas rollizas, de no más de 5 cm. de
anchura, prolongadas y erguidas sobre las
ramas, con las escamas que recubren las se-
millas.
Balsámico. Antiséptico. Rubefaciente.
Abrojo (Tribulus terrestris)
Estas piñas no se desprenden del árbol, como
hacen las de los pinos, sino que se descom-
ponen en las ramas después de madurar y
van soltando piñones y escamas, dejando así
pelado el eje de la piña.
El abrojo es una hierba perteneciente a la fa-
milia de las zigofiláceas.
Se caracteriza fundamentalmente por arrastrar
sus ramas por el suelo, las cuales pueden al-
canzar hasta un metro de longitud.
La recolección se efectúa en los meses de
primavera, recogiendo las hojas- que es la
parte a utilizar- y procediendo a efectuar el
secado a la sombra, por debajo de los 40ºC y
en lugares bien ventilados.
Se cría formando abetales en la mayor parte
del Pirineo, sobre todo en sus vertientes más
septentrionales.
Las hojas se hallan enfrentadas y se compo-
nen de cinco a ocho pares de hojuelas.
Las flores son pequeñas y el fruto seco.
Florece en primavera y las piñas maduran du-
rante el otoño siguiente.
Es una planta tan vellosa que en ocasiones
toma un aspecto blanquecino.
Se emplea prácticamente toda la planta: la
flor, la savia, la yema, las hojas y la corteza de
las ramas jóvenes.
De la recolección interesan yemas, hojas,
corteza y resinas.
Se cría en bordes de caminos, zonas de mu-
cho escombro y en general sitios incultos de
toda la Península Ibérica.
En las hojas encontramos gran cantidad de
flavonoides (como la miricitrina) que son los
responsables de su marcada acción diurética,
empleándose en casos de afecciones urina-
rias como cistitis, pielonefritis, litiasis, oliguria
e hidropesía.
De las yemas se saca una resina y una esen-
cia compuesta de limoneno y pineno.
El abrojo florece en primavera y verano, más o
menos a partir de mediados de abril.
De las hojas obtenemos glucósidos, piceina y
también una esencia.
Con fines terapéuticos se recolectan las par-
tes aéreas, lo que debe hacerse cuando los
frutos hayan madurado.
En la corteza encontramos celulosa, minerales
y taninos.
Si nos fijamos detenidamente en las hojas,
observaremos la presencia de aceites esen-
ciales; un ejemplo es el betulinol, que contiene
una cierta acción febrífuga por lo que su em-
pleo como antitérmico da buenos resultados.
Y por último en la resina tenemos el com-
puesto más característico de este árbol, que
es la esencia de trementina: ésta se acumula
en lagunas o vejigas corticales durante la pri-
mavera y el otoño; se presenta líquida y, aun-
que viscosa, es casi tan fluida como el aceite.
Los frutos contienen una sustancia de natura-
leza glucósida, todavía no muy bien definida.
Además, en toda la planta podemos encontrar
saponinas esteroídicas.
La esencia de por sí actúa como antiséptico y
cicatrizante, por lo que se puede emplear en
determinados tipos de infecciones.
El resto de componentes de esta hierba no se
conoce por el momento, aunque tampoco inte-
resa saber más, ya que esta planta puede re-
sultar tóxica a dosis medias por la presencia
de las saponinas que antes mencionábamos;
por tanto, su administración debe estar muy
controlada y hay que recordar asimismo que
se debe prescribir a dosis bajas.
Destilando esta trementina -generalmente en
vapor de agua a temperatura no demasiado
elevada- se obtiene la esencia, además de
otros compuestos.
El principio aromático de esta esencia es el
ácido betulábico.
En la corteza encontramos taninos, cuya pro-
porción puede variar entre el 10 y el 20 % y
que le confiere acción astringente y colerética,
empleándose en disquinesias biliares.
La trementina de abeto ha gozado siempre de
mucha fama entre las gentes de pueblo.
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Enciclopedia de Plantas Medicinales
Popularmente el abrojo se ha utilizado como
analgésico moderado, diurético y espasmolíti-
co por vía interna y astringente por vía exter-
na.
El abrotano hembra es muy rico en esencia,
aunque la cantidad que presenta varía mucho
en función de la raza, el lugar en donde se
desarrolla y el estado en que se encuentre.
El acanto es una hierba gigante perteneciente
a la familia de las acantáceas; tiene una forma
graciosa, elegante y muy armoniosa.
Posee unas bonitas hojas grandes reunidas
en una mata, con la punta rizada hacia abajo.
En algunas zonas se le atribuyen además
propiedades como hipotensor, es decir, que
reduce la tensión arterial.
La composición de la esencia todavía está por
definir; se cree que contiene cetonas terpéni-
cas y azuleno, además de un alcohol, pero no
hay nada confirmado, ya que algunos estudios
que se habían realizado correspondían a las
esencias de otras especies.
Cada mata da lugar a una larga espiga, erecta
y recubierta de pequeñas hojas espinosas, de
cuyas axilas salen las flores, con pétalos de
color amarillo pálido.
En cuanto a sus frutos, se utilizan como tóni-
cos y en algunos sitios se emplean como as-
tringentes en hemorragias y disentería.
Se cría en torrentes y zonas sombrías, húme-
das en invierno.
Pero no hay que olvidar que en toda la planta
se hallan las saponinas esteroídicas, tóxicas a
dosis altas.
En España, a las cabezuelas del abrotano
hembra se les atribuyen virtudes parecidas a
la manzanilla, esto es, se consideran aperiti-
vas, digestivas, antisépticas, expectorantes y
cicatrizantes.
En España es relativamente fácil encontrarlo
por cualquier lugar, sobre todo en las regiones
centromeridionales del país.
Por tanto, no debe emplearse si no es por
prescripción del médico.
.- Infusión. Partimos de las partes aéreas de la
planta.
En realidad, las primeras virtudes que se atri-
buyeron a las sumidades floridas del abrotano
fueron las de la manzanilla, siendo más tarde
cuando se observó que era también vulnera-
ria, emenagoga e incluso vermífuga.
Florece a partir del mes de mayo, secándose
totalmente en verano.
Luego con las lluvias vuelve a renacer y pasa
todo el invierno vegetando.
Se toma una cucharadita pequeña de la mis-
ma y se añade una taza de agua hirviendo.
La dosis usual es de 2 a 3 tazas al día.
Está perfectamente indicada en digestiones
lentas, gases intestinales, dolores menstrua-
les, bronquitis, asma, anorexia y espasmos
gastrointestinales.
De la recolección interesan las hojas, que se
deben recoger y poner a secar a la sombra o
en secadero, a temperaturas no muy eleva-
das.
.- Decocción. Es más popular preparar una
decocción al 2-4%, o una maceración al 2%,
tomando 11/4 l. al día en ayunas.
En uso externo se usa sobre todo en infusión
para la conjuntivitis, inflamación de los párpa-
dos o blefaritis, estomatitis y vaginitis.
De esta familia en nuestro país solo se da
esta especie, por lo que es difícil confundirse
al ir a buscarla.
.- Uso externo. En forma de lavados, compre-
sas o fricciones, se emplea la decocción sobre
heridas aftas o eccemas.
Como siempre que tenemos una esencia, hay
que guardar las debidas precauciones, sobre
todo en niños, por ser los más susceptibles de
sufrir intoxicación.
Además, su belleza es muy singular.
Analgésico. Diurético. Hipotensor
Cuenta la leyenda que el célebre escultor y
arquitecto de Corinto, Calímaco, se inspiró en
la planta del acanto cuando creó el capitel co-
rintio.
Abrotano hembra (Santolina chamaecypa-
rissus)
En nuestra Península crecen varias especies
de santolina -por el momento han sido poco
estudiadas- muy parecidas al abrotano hem-
bra.
El abrotano hembra es una pequeña mata que
no crece más de 3 palmos.
Toda la planta, desde las raíces a las flores,
segrega un líquido viscoso de propiedades
emolientes, astringentes y detergentes muy
eficaces.
Posee numerosos tallos delgados y empina-
dos.
Al no disponerse de documentación sobre las
otras especies, cabe pensar que podría haber
alguna tóxica, por lo que la recolección debe
dejarse en manos de expertos.
En realidad, la composición de la planta no se
conoce en profundidad.
Las hojas son lineales y van desapareciendo a
medida que se asciende por la sumidad, hasta
dejar un trecho completamente desnudo.
Si queremos aprovechar sus virtudes, lo mejor
es acudir a algún experto en la materia a fin
de que pueda asesorarnos.
Se sabe que contiene abundante mucílago,
taninos, glúcidos, sales minerales y algún
principio amargo.
Las cabezuelas tienen todas las flores iguales,
algunas veces muy velludas y otras veces
muy verdes, casi sin pelo.
.- Infusión. Se recogen unos 5-8 capítulos flo-
rales y se añaden a una taza de agua hirvien-
do.
De lo que no cabe duda es de que se trata de
una planta con propiedades emolientes, esto
es, que tiene la capacidad de ablandar tejidos
y tumores.
Se cría en los collados pedregosos de los te-
rrenos calcáreos de gran parte del país, desde
la costa hasta altitudes próximas a los 2000
m.
De esta tisana se pueden tomar hasta 3 tazas
al día.
También se le atribuyen otras virtudes como
astringente, antidiarreico y expectorante.
.- Esencia. La esencia ya preparada se puede
tomar a razón de 3-4 gotas, añadidas sobre
un terrón de azúcar, 3 veces al día.
Escasea por Asturias y Galicia.
Está indicado en diarreas, bronquitis, catarros,
problemas de hígado y en uso externo en es-
tomatitis, faringitis y vaginitis.
Florece en junio, más o menos por San Juan,
y esta época se prolonga durante gran parte
del verano.
.- Uso externo. La misma infusión anterior pe-
ro más concentrada se puede emplear en
forma de colirios, baños oculares, enemas o
irrigaciones vaginales.
.- Decocción. Se hierven 100 g. de agua con
10 g. de hojas de acanto, y con el líquido ob-
tenido se practican pinceladas sobre aquellas
partes inflamadas de la boca. Si se mantiene
un poco más en agua hirviendo y se filtra
posteriormente a través de un pedazo de tela
de lino, esta preparación se puede utilizar pa-
ra hacer gargarismos en caso de inflamación
de garganta.
En algunas zonas del sur suele echar las flo-
res un poco antes.
De la recolección interesa la sumidad florida,
que se recoge en verano, poniéndose a secar
a la sombra o en secadero.
Antiséptico. Digestivo. Expectorante
Acanto (Acanthus mollis)
Como la planta posee una esencia, el enva-
sado debe ser hermético para no perderla.
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.- Infusión. Poniendo 1 g. de raíces y hojas
secas en una taza de agua hirviendo, se ob-
tiene un excelente astringente y cicatrizante
de heridas. El lavado se debe hacer justo an-
tes de poner el vendaje, y es conveniente re-
petirlo un par de veces al día.
las virtudes de las hojas, no es difícil concluir
que su uso se halla muy limitado.
También tiene antraquinonas, taninos, querci-
tina, sales de hierro y vitamina C.
Las hojas están indicadas en reumatismo,
gota, inapetencia, fiebre y gripe.
Las bayas del acebo -esos frutos que resultan
tan atractivos para los niños- en dosis relati-
vamente bajas actúan como purgantes drásti-
cos; si la dosis consumida es mayor, entonces
aparecen diarreas, vómitos y convulsiones.
A la acedera se la considera sobre todo aperi-
tiva y diurética, de ahí que antes se la tomara
como planta purificadora de la sangre, alu-
diendo a su acción estimulante sobre el apa-
rato urinario.
Emoliente. Antidiarreico. Astringente
Acebo (Ilex aquifolium)
Además tiene cierta acción laxante.
En el caso de los niños esto puede ser mortal,
por lo que conviene conocer bien el arbusto
para evitar su consumo.
El acebo es un pequeño arbusto que puede
alcanzar fácilmente los 10 m. de altura.
Desde antiguo ha sido bastante apreciada
como antiescorbútico, por su alto contenido en
vitamina C.
Lo más característico de esta especie son sus
hojas, muy duras y tiesas, de forma parecida a
las del laurel, pero onduladas y con espinosos
dientes en su contorno; son lampiñas y bas-
tante relucientes.
En nuestra Península es una especie protegi-
da, pues está en peligro de extinción; por ello
hay que evitar recolectarla y, si estamos inte-
resados en ella, acudir a un especialista que
nos asesore cómo cultivarla o dónde conse-
guir unas cuantas hojas.
Otras acciones a tener en cuenta son: antia-
némica, remineralizante, mucolítica, descon-
gestionante de la piel y estimulante de las
defensas orgánicas.
Es un arbusto que permanece verde todo el
año.
.- Decocción. Una cucharada de postre por ta-
za de agua. Se deja hervir 2 minutos y se to-
man 2 tazas al día. Nunca se debe hacer la
decocción a partir de los frutos.
Cuando se destina a la alimentación humana -
sobre todo aquellas variedades cultivadas
como hortalizas- se deben hervir las hojas
como si fueran espinacas, siendo muy impor-
tante tirar el agua utilizada, ya que es en ella
donde se encuentran los oxalatos.
El fruto es globuloso, del tamaño de un gui-
sante, pero liso y brillante; se trata de un fruto
carnoso muy tóxico, que suele ocasionar pro-
blemas en niños que lo comen atraídos por su
atractivo color, lo que da lugar a intoxicaciones
que en muchos casos devienen mortales.
.- Polvo. Las hojas reducidas a polvo se pue-
den consumir a razón de 1-2 gr. al día, bien di-
rectamente o encapsulado.
Esta agua sobrante se denomina "sal de ace-
deras" y se suele usar para quitar manchas de
tinta, nunca para consumo humano -sobre to-
do en aquellas personas con problemas de
formación de cálculos renales, pues el ácido
oxálico favorece esta formación.
Se cría de forma espontánea en las zonas
umbrías de nuestros bosques, más frecuen-
temente en el norte de la Península.
Tóxico. Antipirético. Antidiarreico
Acedera (Rumex acetosa)
Florece de abril a junio y sus frutos maduran a
finales de septiembre.
La acedera es una planta vivaz de la familia
de las poligonáceas, con una cepa tuberosa
de la que arrancan numerosas raíces finas.
.- Polvo de raíz desecada. 1 g. de raíz de ace-
dera, bien encapsulado, bien en cualquier otra
forma sólida.
Estos frutos se mantienen en el árbol durante
gran parte del año, pero desde el punto de
vista terapéutico lo único que interesa de ellos
es que no lo consuman los niños, ya que las
intoxicaciones a que dan lugar -con cantida-
des relativamente pequeñas- pueden ser
mortales en muchos casos.
No suele alcanzar más de 1 metro de altura.
Se toma una vez al día, por la noche antes de
acostarse o por la mañana al despertar.
Las hojas inferiores están sostenidas por un
largo rabillo que se va acortando en las hojas
superiores, hasta casi desaparecer por com-
pleto.
.- Vino de acedera. Se vierten en un litro de
vino de buena calidad 15 g. de raíz de polvo;
se deja en maceración durante siete días y
después se filtra el líquido con el papel ade-
cuado.
Para uso medicinal se recolectan las hojas,
que están presentes todo el año, siempre ver-
des.
Son hojas carnosas y de bordes enteros.
Se toma un vasito pequeño en las dos princi-
pales comidas.
En Navidad suele ser muy típico recoger algu-
nas ramitas de este árbol para adornar, junto
al muérdago, mesas y cestos.
Es una planta con flores masculinas y femeni-
nas.
Se cría en prados y lugares con mucha hierba,
a orilla de ríos, acequias, etc., en todo el norte
de la península y por todas las montañas del
resto del país, aunque a medida que avanza-
mos hacia el sur se va haciendo más escasa
su presencia.
.- Infusión. La dosis a utilizar es de una cucha-
radita de postre por cada taza de agua hir-
viendo.
Conviene tener cuidado y no pincharse con
las espinas.
Se pueden tomar hasta dos tazas al día.
Las hojas de esta planta leñosa contienen tra-
zas de teobromina, que es una sustancia pa-
recida a la cafeína en cuanto a sus virtudes;
también tienen rutina, taninos, resina, ilicina y
ácidos ilexico y ursólico. Estas hojas se consi-
deran desde hace tiempo diuréticas, aperitivas
y sudoríficas.
Diurético. Laxante. Descongestionante
La acedera florece en primavera y verano.
Acelga (Beta vulgaris)
De la recolección interesan principalmente las
hojas y la raíz; ésta se puede recoger durante
la floración.
La acelga es una planta sobradamente cono-
cida por todos.
Las plantas de esta familia pertenecen casi en
su totalidad al género ilex, que comprende
unas 270 especies que viven en Asia y Améri-
ca, mientras que en Europa existen apenas 2
ó 3 especies.
Posteriormente, se deseca al sol y se conser-
va, tal cual o reducida a polvo con un mortero.
Sus hojas son muy grandes, carnosas y cons-
tituyen la parte comestible de la planta.
Si las hojas se destinan al consumo humano
entonces deben recogerse durante la época
de vegetación, en pleno verano.
Son de color verde oscuro y presentan betas
blancas por toda la hoja.
Por esta razón es una familia prácticamente
desconocida en nuestras latitudes.
La planta contiene principalmente oxalatos,
sobre todo oxalato potásico, que es el que
comunica a las hojas y los tallos su caracterís-
tico sabor.
Los tallos son erguidos, pero cuando se llenan
de semillas suelen doblarse por los extremos.
Si a esto unimos el hecho de que en el caso
del acebo la toxicidad de sus frutos supera a
La raíz es muy derecha, bastante carnosa y
de forma cilíndrica.
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Enciclopedia de Plantas Medicinales
Se cría en las huertas de todo el país, pues se
utiliza abundantemente en la alimentación.
El aciano es una planta herbácea de la familia
de las compuestas, que puede ser anual o
bienal.
Por tanto, está indicada en cualquier problema
ocular como conjuntivitis, blefaritis, etc.
Además se usa en digestiones lentas, reuma-
tismo, anorexia, varices hemorroides y fragili-
dad capilar.
Su origen proviene de una planta de la misma
especie, la denominada acelga marina, que
nace espontáneamente en las marismas.
Por término medio, no suele pasar del metro
de altura.
.- Infusión. Una cucharada de postre por taza
de agua hirviendo.
Su aspecto y propiedades mejoraron al criarse
y cuidarse en huertas.
Sus tallos son delgados y flexibles y sus hojas
largas y estrechas, denticuladas y blanqueci-
nas.
Se pueden tomar hasta tres tazas al día.
Son oriundas de Asia.
Sus flores son bastante pequeñas y de dife-
rentes colores, verdosas o rojizas.
Posee unas cabezuelas ovoides, con el invo-
lucro de hojas o brácteas bien solapadas, es-
trechas, y con un apéndice apical ciliado.
Esta misma infusión -extremando las condi-
ciones higiénicas- se puede preparar para
realizar baños oculares o bien para utilizar
como colirio astringente.
En el mercado farmacéutico se encuentra en
distintas formas, como planta troceada y ex-
tracto vegetal.
El fruto se adhiere al cáliz y llega a hacerse
leñoso.
En esta cabezuela hay flores de dos clases:
las periféricas, que son muy ostentosas y de
un color azul intenso, y las del centro, mucho
menores y de color púrpura azulado.
Las semillas son muy abundantes y se en-
cuentran en el extremo de los tallos.
Antibiótico. Diurético. Antiinflamatorio
Esta hierba se cría en casi todo el norte del
país, siendo una de las plantas mesegueras
más típicas.
La parte recolectada son las hojas y en algu-
nas ocasiones también las raíces.
Acónito (Aconitum napellus)
Desde que se empezó a cultivar su principal
uso es el alimenticio, y así se encuentra en
todas las mesas de nuestro país.
Procede de Oriente y se distribuyó amplia-
mente junto con numerosos cereales de aque-
llas tierras.
El acónito es una planta vivaz que muere en-
trado el otoño, renaciendo ya en la primavera,
cuando de sus raíces en forma de pequeño
nabo brotan los nuevos vástagos.
Aunque no es excesivamente sabrosa, existen
infinidad de platos que la combinan con los
alimentos más variados, haciendo de ella algo
indispensable.
Florece a partir de mayo.
Posee tallos erguidos y hojas alternas pal-
meadas; en la parte superior del tallo encon-
tramos un racimo de flores azules que tiene
una característica forma de casco.
Para uso medicinal se recolectan los capítulos
florales, en concreto las flores radiales; cuanto
más azules sean, más concentración en prin-
cipios activos tendrán.
Se utiliza mucho en los regímenes de adelga-
zamiento, ya que no engorda nada, sirve para
"engañar al vientre" y al ser algo diurética ha-
ce que se pierdan los líquidos sobrantes por
medio de la orina.
Es una hierba que se cría en los bordes de los
arroyos.
Se secan lo más esparcidas posible y en lugar
ventilado para que pierdan rápidamente la
humedad.
En España se encuentra repartida por todo el
Pirineo, en la cordillera cantábrica y en casi
todas las montañas de la mitad septentrional
de la Península.
Es muy difícil que alguien se indigeste toman-
do acelgas, pues es una comida ligera que
suele sentar bastante bien al estómago.
En el aciano encontramos mucílago, taninos,
flavonoides y abundantes pigmentos coloran-
tes, entre los cuales cabe destacar la cianina.
El anapelo florece en verano.
Antiguamente se utilizaban como remedio ca-
sero en numerosas dolencias: para sanar he-
ridas, curar la sarna, aliviar quemaduras, en
dolencias del hígado y bazo.
También aparece un principio amargo y abun-
dantes sales minerales.
De la recolección interesa sobre todo la raíz,
que es la que se usa en farmacia para la ex-
tracción de principios activos; ésta tiene forma
de tubérculo y puede confundirse con otras
plantas comestibles, lo que podría dar lugar a
un error garrafal pues el acónito es una de las
plantas más venenosas que existen sobre la
tierra.
Se ha considerado que el principio amargo
actúa como aperitivo y eupéptico.
Actualmente su único empleo es como ali-
mento, aunque también se utilizan para relajar
el vientre en algunas ocasiones; pero lo más
normal es que se la sustituya por otras plantas
más eficaces que ella para estos menesteres.
Los flavonoides y las sales minerales confie-
ren a la planta propiedades diuréticas.
En la composición aparecen unos compuestos
que tienen virtudes antibióticas, antipiréticas y
antiinflamatorias.
Por este motivo, la recolección debe dejarse
en manos de personal especializado.
.- Cocinadas. Se pueden realizar todo tipo de
platos con esta planta; normalmente se toman
hervidas y aliñadas con aceite o rehogadas,
con patatas o sin ellas.
Pero sin duda el empleo popular más caracte-
rístico de esta hierba se da en el campo de la
oftalmología.
Una vez arrancados los tubérculos, se limpian
a fondo, se cortan longitudinalmente y se po-
nen a secar a una temperatura entre 40° y 50°
C.
.- Zumo. Se prepara un zumo con las hojas de
la acelga y se echa gota a gota por la nariz.
Así, se dice que el agua de aciano resulta es-
tupenda no solo para curar la mayor parte de
las dolencias de ojos- sobre todo las que se
acompañan de inflamación- sino también para
fortalecer, aclarar y conservar la vista, espe-
cialmente en las personas de más edad.
De las hojas también se pueden extraer prin-
cipios activos, aunque en menor cantidad y de
menor calidad.
Antiguamente utilizaban este preparado para
curar dolores de cabeza y de oído.
.- Cocimiento. Se pone 1 litro de agua a hervir
y se añaden de 40 a 50 gr. de hojas y raíces.
Es una planta tremendamente tóxica: baste
decir que con 3-4 g. de tubérculo fresco se
puede matar a un adulto normal.
Esta acción puede estar relacionada con los
pigmentos encontrados, que tienen propieda-
des para mejorar la circulación de los vasos
capilares; esto contribuye a la regeneración de
la capa vascular de la retina, aumentando así
la agudeza visual.
Lavándose la cabeza con este preparado se
consiguen eliminar caspa y liendres.
El compuesto más importante de esta planta -
y responsable de sus acciones- es la aconiti-
na; esta sustancia está presente en la raíz, ta-
llo y hojas no sólo de esta especie sino de
otras muchas especies afines.
Hepatoprotector. Diurético. Colerético
Aciano (Centaura cyanus)
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Enciclopedia de Plantas Medicinales
A la aconitina se la considera uno de los ve-
nenos más potentes que existen en el mundo
vegetal.
de color azulado; es bastante infrecuente en-
contrarlas de color blanco o rosado.
Las flores son rosas, aunque excepcional-
mente existen algunas blancas y se encuen-
tran formando graciosos ramilletes en el ex-
tremo de las ramas.
Las flores de los extremos poseen lígula.
Con fines terapéuticos se ha utilizado como
analgésico, ya que modifica las terminaciones
nerviosas.
Los frutos son muy pequeños, e incluso tam-
bién el vilano, por lo que resulta inservible pa-
ra desplazar la semilla por el viento.
El fruto es una doble vaina que se abre por un
costado soltando numerosas semillas.
También se sabe que tiene ciertas propieda-
des antitusivas, febrífugas, descongestionan-
tes y vasoconstrictoras, además de ser un se-
dante leve.
La recolección de las hojas y cabezuelas se
lleva a cabo en la época de floración, siendo
la recolección de la raíz posterior a la flora-
ción.
Se cría a orillas de las corrientes de agua en
tierras bajas, desde el Ebro hasta Portugal.
Florece en verano, siendo ésta la mejor época
para la recolección de las hojas, que es la
parte que interesa con fines medicinales.
Pero para que la ingesta de aconitina no pro-
duzca serias intoxicaciones debe administrar-
se en concentraciones muy bajas y rigurosa-
mente controladas por personal cualificado.
La raíz es de tamaño bastante grueso, por lo
que es conveniente proceder a unos cortes
longitudinales para su secado, que se consi-
gue extendiendo la muestra al sol o suminis-
trando calor de forma artificial.
Es una planta muy venenosa y totalmente de-
saconsejada para uso particular.
La intoxicación comienza con un estado de
excitación general, con sensación de adorme-
cimiento de labios, lengua y garganta; más
tarde pueden aparecer molestias gastrointes-
tinales, seguidas de una bajada de la tempe-
ratura corporal; por último, puede aparecer pa-
rálisis del aparato respiratorio y circulatorio
que, en último término, conducen a la muerte
por asfixia.
En el látex se localizan ciertos principios
amargos que confieren a la planta propieda-
des de tipo aperitivo, por lo que se puede em-
plear en situaciones de anorexia.
En las hojas de esta planta se encuentran
heterósidos cardiotónicos, flavonoides, sus-
tancias resinosas y ácido ursólico.
Son compuestos -sobre todo los heterósidos-
con acciones muy fuertes sobre el corazón en
dosis relativamente pequeñas; por esta razón
su uso debe estar sujeto a control médico.
También contiene lactonas sesquiterpénicas,
hierro y potasio.
Entre sus virtudes terapéuticas vía externa
cabe mencionar que parece ser un buen cre-
cepelo y que ayuda a aliviar las inflamaciones
cuando éstas son congestivas y no microbia-
nas.
En las hojas encontramos ácido chicorésido,
responsable de su marcada acción colerética,
por lo que su empleo resulta apropiado en
disquinesias biliares.
También ejerce una acción diurética debido a
la presencia de flavonoides.
En algunas zonas rurales utilizan las hojas
frescas de adelfa contra la sarna, actuando
eficazmente en decocción, o simplemente
mezclada con miel y aplicada de forma tópica.
Antiguamente gozaba de una curiosa popula-
ridad como planta antipiojos y contra la sarna
del ganado; pero esta aplicación cayó rápida-
mente en desuso, ya que a través de la piel es
posible absorber cierta cantidad de aconitina,
suficiente para desencadenar los síntomas
fatales.
También se puede utilizar en casos de estre-
ñimiento ya que es levemente laxante y ayuda
así a conseguir un efecto depurativo en el or-
ganismo.
En el caso de que se produzca una ingestión
accidental de la planta, el primer síntoma que
se advierte es la aparición de fuertes vómitos.
En ocasiones se emplea como diurético, sobre
todo en casos de oliguria.
Conviene en este caso administrar fármacos
analépticos (compuestos que tienen la virtud
de restaurar el cuerpo) y vigilar muy de cerca
el ritmo cardíaco.
En la raíz encontramos inulina, cuya acción
hipotensora junto con cierta bradicardia hace
que se le considere antiarrítmico.
Al ser una planta tan peligrosa se desaconseja
su uso casero en cualquier forma.
Sus virtudes se encuentran en otras muchas
plantas, menos peligrosas e igualmente efica-
ces.
Por último, tiene ácido clorogénico e isocloro-
génico, con acción antibiótica.
Existen formas orales, pero por su elevada to-
xicidad no las vamos a comentar.
Tóxico. Analgésico. Sedante
.- Decocción. Cinco gramos de la raíz seca se
añaden a 250 mililitros de agua, dejándolo
hervir durante cinco minutos. El líquido obte-
nido se toma después de copiosas comidas
para facilitar de esta manera la digestión.
Solo para dar una idea de las dosis que se uti-
lizan, digamos que las píldoras no contienen
más de 0,05 g. -dosis que son difíciles de
ajustar sin los conocimientos necesarios.
Achicoria (Cichorium intybus)
Conocida planta que se localiza en multitud de
bordes de caminos, fácilmente reconocible por
sus típicos capítulos florales de color azulado.
.- Jarabe. Se prepara añadiendo sobre cien
mililitros de jarabe simple- compuesto de agua
y azúcar- diez mililitros de extracto fluido de
hojas y raíces de achicoria. De este preparado
se pueden tomar cinco cucharadas al día, co-
mo laxante suave.
En cuanto a su uso externo se preparan diver-
sas lociones, como parasiticida (sobre todo
contra la sarna) como ya hemos comentado.
La planta entera puede llegar a alcanzar una
altura de casi un metro.
Antiparasitario. Cardiotónico. Diurético
Adonis vernal (Adonis vernalis)
Las hojas poseen gran cantidad de vello y tie-
nen un borde dentado; las inferiores aparecen
divididas, no así las superiores, que son ente-
ras.
Diurético. Laxante. Hipotensor
El adonis es una planta herbácea vivaz de be-
llo y armonioso aspecto, que rememora al mí-
tico y hermoso muchacho Adonis.
Adelfa (Nerium oleander)
En el siglo XVII comenzó su cultivo como su-
cedáneo del café en muchos países europeos,
ya que la raíz de esta planta -más concreta-
mente su corteza- después de proceder a su
tueste, sirve para preparar infusiones seme-
jantes al café.
La adelfa es un arbusto que puede alcanzar
hasta 5 metros de altura y que se mantiene
verde los 365 días del año.
Presenta una zona basal gruesa con numero-
sas raíces negras; posee un tallo erguido,
densamente cubierto de hojas y rematado en
el ápice por una sola flor de color amarillo.
El tallo es erecto, gris y con ramificaciones as-
cendentes que divergen hacia todos los lados;
hojas lanceoladas que nacen enfrentadas
unas con otras, con una vena blanca en medio
de la que parten numerosas venillas verdes
que van a parar a los bordes.
Es una especie muy rara de ver en la Penín-
sula; tan sólo se encuentra en algunas prade-
ras secas de la cuenca del Ebro.
La floración se produce en los meses de vera-
no, cuando da lugar a unos capítulos florales
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